Nadal se había ido del partido. Pegaba la derecha con el cuerpo hacia atrás
Rafa Nadal no puede con Dominic Thiem y ha perdido en Australia 7-6(3), 7-6(4), 4-6 y 7-6(6) en un partidazo no apto para cardiacos
Dominic Thiem que jugó este miércoles como una maquina de precisión hasta cerrar un tanteo favorable de 7-6(3), 7-6(4), 4-6 y 7-6(6). Levantaría dos pelotas de eliminación con 6-4.
AGENCIA MANACORNOTICIAS 29/01/2020 - 14:12:36
Era seguro que Nadal sí lo haría. El balear, que se había dejado el segundo set en el torneo tras el de Nick Kyrgios en la ronda anterior, paró el duelo por un minuto para atarse bien las zapatillas.

Rafael Nadal no estará por séptima vez en las semifinales del Open de Australia y pierde la primera ocasión de igualar el récord histórico de 20 'Grand Slam' que seguirá en posesión de Roger Federer. La culpa no la tiene él sino un Dominic Thiem que jugó este miércoles como una maquina de precisión hasta cerrar un tanteo favorable de 7-6(3), 7-6(4), 4-6 y 7-6(6). Levantaría dos pelotas de eliminación con 6-4: derecha a la red Dominic y tiro fuera. No podría con la tercera.

El austriaco, el primero de su país en llegar tan lejos desde Thomas Muster (1989 y 1997), será quien se mida el viernes con Alexander Zverev por un puesto en la final del domingo. Thiem ganaba su estreno con el saque en blanco y repetiría con el segundo. Parecía tener más el control de la situación. El austriaco se fabricó la primera opción de rotura en el quinto juego. La salvaría el número uno con un certero servicio. Pasado el primer momento de máxima presión, el balear dio un paso adelante. Su rival lo hacía casi todo, para lo bueno y para lo malo.

Cuando el manacorí servía para anotarse el primer set, con un tanteo de 5-3 tuvo que levantar dos pelotas de rotura. No podría con la tercera. Antes había desaprovechado un 40-30, a un punto de la manga.

Después de 23 minutos, Nadal ganó un punto al resto. Fue con una derecha paralela. A pocos tenistas les corre la bola como al pupilo de Nicolás Massú. Le da igual pegarla de derecha que de revés y eso que este último tiro lo ejecuta a una mano, como Roger Federer. Más vale maña que fuerza. Nadal hizo el 'break' en el que se llama juego decisivo, el séptimo. Un globo que cayó con nieve le dio la primera renta en el marcador. Consumó la rotura en blanco.

Cuando el manacorí servía para anotarse el primer set, con un tanteo de 5-3 tuvo que levantar dos pelotas de rotura. No podría con la tercera. Antes había desaprovechado un 40-30, a un punto de la manga. Se mantenía la emoción y la igualdad. Rafa, como mínimo, se había asegurado la muerte súbita a pesar de sentirse dominado por la contundencia de los misiles de su adversario.

Se llegaba a esa situación cuando se cumplía una hora desde el inicio de las hostilidades. A pesar del triunfo parcial de Thiem acudió rápidamente a la juez de silla para pedir la presencia del fisioterapeuta. Finalmente no le necesitó.

Es que el ritmo de los intercambios estaba siendo brutal. Faltaba por ver si el austriaco sería capaz de aguantar esa intensidad. Era seguro que Nadal sí lo haría. El balear, que se había dejado el segundo set en el torneo tras el de Nick Kyrgios en la ronda anterior, paró el duelo por un minuto para atarse bien las zapatillas. De tanto correr de un lado al otro de la pista se le habían desajustado. El partido empezaba a recordar al de los cuartos del US Open 2018, que se alargaría por espacio de 4 horas y 49 minutos.

El campeón de 19 grandes era consciente de que no podía dejar que su oponente se marchara. Dio otro golpe sobre la mesa en el quinto juego de la continuación. Era su segundo 'break'. Dominic cojeaba y bastante cuando los 'rallies' se hacían eternos. El mejor tenista del planeta se las tuvo con la juez de silla, Aurelie Tourte, cuando le señalizó una amonestación por retrasar el saque. "Me parece increíbe que me pites un 'warning' después de este punto tan largo. A ti no te gusta el buen tenis", le recriminó dirigiéndose hacia su posición.

A Thiem, con problemas físicos y de movilidad, sólo le quedaba el argumento de pegar y pegar. Rafa, todavía contrariado por la presión que sentía al sacar, se acercó al supervisor Andreas Egli para mostrarle su queja. El austriaco había vuelto a igualar el resultado con una doble falta. Había dejado escapar una renta de 4-2. Rafa se quejaba de que el aire del lado de su silla no le funcionaba.

Nadal se había ido del partido. Pegaba la derecha con el cuerpo hacia atrás y Dominic estaba a dos puntos de adjudicarse el segundo set. Supo resolver esa situación de máxima adversidad. Contra las cuerdasTodo parecía destinado a otro 'tie break'. Sólo lo podía evitar el quinto favorito del cuadro, que dispuso de pelota para anotarse la segunda manga.

Nadal podría hacer frente a ese nuevo inconveniente con un saque y una derecha. En siete puntos se podía decidir el ganador si era Thiem el vencedor del parcial. El decorado se le ponía negro al español con un 4-0 de salida. Encadenaría entonces cuatro puntos para colocar el 4-4.

El verdugo de Rafa atajaría la sangría y se ponía en una situación inmejorable con dos pelotas de tomar una distancia casi definitiva. Las tomaría con la ayuda de la red. El primer favorito se tambaleaba y su banquillo sufría. Ya sólo podía recurrir a la épica para dar la vuelta. Pero esta vez no ha podido ser. Escrito por Joan Solsona.

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