Editorial: Me gusta seguir sorprendiéndome cada día en este terrenal mundo de contrapesos, equilibrios, intereses, servidumbres y libertades. Ayer una amiga me mandó una carta firmada por la nueva Asociación de Vecinos de S'Illot, se llaman “Junts per S'Illot”. Días antes habían protagonizado otro escrito mandado al alcalde de Manacor Miquel Oliver donde le pedían, el arreglo urgente de la playa, la contratación de un Trabajador Social y la rehabilitación de calles y aceras. La denominada sociedad civil cumplía con su papel de fiscalización de la gestión cuando los residentes de una localidad hacen demandas clamorosas.

Se crearon las asociaciones de vecinos para advertir a los concejales tareas que quedaban olvidadas y proyectos que se hacían imperiosos, de todos. Una especie de consulta popular permanente desde la base de una población despolitizada. Al final, muchas de estas entidades fueron mediatizadas y controladas por la clase política, para domesticar las denuncias, y les encargaron tareas de organizadores de fiestas y eventos con dinero público. Alejados de la función inicial basada en la demanda y la denuncia. Sus energías se diluyeron en festejos y diversión.

Ayer, en su segunda carta a socios y socias, conocidos y simpatizantes de esa zona, les decían que el Ayuntamiento de Manacor era el mejor, que se dejaba la piel en S'Illot, que la playa se estaba arreglando y felicitaba al Delegado y a la regidora de Urbanismo. Así como a todos los miembros del Equipo de Gobierno y su alcalde Oliver. Nada del segundo punto, el trabajador social y mucho menos del tercero, el arreglo de calles y aceras porque cuando la torrentada de 2018 quedaron muy dañadas por el paso de camiones y autocares por el centro del núcleo urbano y turístico.

Que había pasado en 48 horas. Primero se hace consenso entre ese colectivo vecinal y sus directivos/as para tirarle de la oreja al Consistorio y le apuntan tres temas de los muchos que son demandados, con toda la educación del mundo y respeto. Pocas horas después de la entrega y publicación en medios y redes sociales de las cuatro líneas, quieren ponerles medallas, hacer un reconocimiento de méritos e imposición de galardones a quienes gobiernan. Sorprendido digo, porque esa no es la función de una Asociación de Vecinos, lejos están estos chicos de la esencia fundacional de los movimientos que pretendía la sociedad civil.

A mi personalmente también me cae muy bien Sebastià Nadal, Núria Hinojosa y Miquel Oliver, como personas de mi pueblo no tengo nada que decir de ellos, al contrario, al igual que me caen bien otros concejales, ediles y regidoras, la mayoría son excelentes personas, amables, honorables, e incluso comprometidas a tope con sus labores. Hacen lo que pueden y más. 

Pero cuando ejercen sus tareas en el Ayuntamiento es otra historia muy diferente, hay que separar todo sin afectos, ni tendencias. Si se es asociación de vecinos, no eres poder ni extensión de él. Cada uno tiene su lugar. A mi también me duelen las críticas, pero no son mis demandas, ni denuncias, son las de la colectividad, el interés general, y eso es sagrado.

Lean ustedes el diccionario o pregunten a los fundadores de la Federación, “Junts per S'Illot” tiene que hacer, si ha nacido para eso, su trabajo de mediación y contrapeso, sin servilismos ni tendencias políticas, sin simpatías, libres de condicionantes. Para fiestas, verbenas, cumpleaños, pregones y eventos ya hay un Delegado y muchos voluntarios y asalariados. Para repartir comida están las decenas de ONGs, el Banco de Alimentos, la Cruz Roja, Cáritas, las parroquias, empresas privadas con loables iniciativas, Consell, Govern y tantos y muchas que se desvelan por estas funciones en una localidad.

Lo siento mucho, estoy seguro que la primera carta se hizo con todo el sentimiento del mundo, de buena fe y con la intención de que S'Illot deje de ser el patito feo de Manacor, y seguro que la segunda nota llevaba la misma intención, nada que objetar, por pocos que se dedican a tareas vecinales sin ánimo de lucro no seré yo quién censure su entrada en escena. Mi felicitación y respeto. 

Merecen todo mi agradecimiento y consideraciones. Soís muy importantes. Pero una entidad vecinal cuando habla en nombre de los vecinos se debe desvincular por completo del poder político, distancia y perspectiva. Alguna crítica la soportan, tienen medios para blanquear algún tirón de orejas, no pasen pena por ellos saben defenderse mejor que nosotros. Rafael Gabaldón San Miguel.