Editorial: Encantados de dar alguna noticia con esperanza y llena de color y salud dentro de esta pandemia asesina que nos mandó China, para hacerse los dueños del mundo con la colaboración de los máximos accionistas de las multinacionales americanas y rusas. Por supuesto en combinación con las farmacéuticas. Por eso una noticia buena la agarras con delicadeza y la desarrollas lo mejor que puedes hasta el infinito. Son fechas de incertidumbre y mucho dolor, junto con una soledad que no hay quién la resista.

La buena nueva es que Baleares contará con 120.000 vacunas los próximos días, ya han llegado 70.000 y en 14 días tendremos 50.000 más. Por eso desde el día 1 de marzo la vacuna llega a los mayores de 80 años, a los docentes y a todos los sectores de primera línea que faltan. Y mientras tanto se prepara el operativo para vacunar a personas de entre 70 y 80 años. Se ha puesto las pilas la presidenta Francina Armengol y la responsable de Salud, lo tienen claro hay que buscar la inmunidad y decirle al mundo que aquí en Baleares hay cero contagios, ninguna persona en los hospitales y ausencia de enfermos en la UCI. Urgente, porque los turistas quieren volver al paraíso.

Por mucho que diga Bill Gates que hasta el 2022 los aviones no podrán volar con normalidad por la ausencia de vacunas, nosotros tenemos que contradecirle porque necesitamos para respirar llenar parte de nuestra planta hotelera y toda su oferta complementaria, abrir bares y restaurantes, vender nuestros productos artesanos, hacer ferias los domingos por todos los pueblos del archipiélago, normalizar nuestra ruinosa economía que hace peligrar nuestra existencia y nos obligará a emigrar de nuevo, difícil en tiempos de la Tercera Guerra Mundial Vírica. Hace un día precioso que tenemos que disfrutar y que vengan vacunas nos llena de optimismo. Israel, Turquía, Australia, China y otros países próximos han dejado atrás esta plaga de los poderosos.

Me siento bien, ayer cuando iba leyendo los teletipos del Govern volvieron a florecer mis ilusiones. Estoy conociendo casos muy sangrantes, dolorosos, impensables, dramáticos. Cuando una persona pierde su nómina y su ritmo de ingresos durante más de un año, puede terminar con todos sus sueños, dinamitando su pareja, alejarse del camino optimo y los mejores pensamientos. No estamos preparados para vivir sin el mínimo establecido.

Acudir al banco de alimentos nos parece una degradación casi de esclavo romano. Mucho peor si tiene que servirte cajas de subsistencia la Cruz Roja, Cáritas y alguna ONG más que se han subido al carro de la solidaridad. Nos cerraron nuestros trabajos y nos dijeron buscaros la vida, aquí solo hay monocultivo y no es fecha de cosecha.

Cuantos voluntarios están cumpliendo la función de paño de lágrimas, compañeros que escuchan hasta de madrugada. Conozco una familia que viven hace 8 meses del milagro de la solidaridad. Todos/as se han volcado, el colegio regalando el menú de los tres pequeños, la APIMA ofreciendo libros sin compensación económica alguna, llega ropa y comida, el casero está perdonando el alquiler y el Ayuntamiento de Manacor se hace cargo de otros gastos incluida la luz y el agua.

Ellos compensan todo lo que reciben con colaboraciones a la sociedad, equilibrio, trueque, intercambio. Saben que pronto llegarán tiempos mejores y como necesitan mirar a la cara, dirán a quienes correspondan la magia y entereza de una sociedad humana y con corazón.

Pronto llegará el mes de la flores y entonces la pandemia estará siendo superada por la mayoría. Los ahorradores guardan sus monedas a buen recaudo con celo, por si falla algo más. Se sabe que los políticos son un gran problema y toman decisiones en ocasiones contra el pueblo. Pero todo se perdona, memoria de mosquito tenemos.

Mira en Cataluña, los seguidores de Junqueras y Puigdemont han premiado llenando las urnas de votos a quienes estaban haciendo una gestión muy mala, nefasta y lo mismo los socialistas con Illa. Ya pasó con el PNV en el País Vasco y en Galicia del PP. Somos ejércitos que no cambiamos el paso ni aunque nos pongan una pistola delante. Es la tierra de Cervantes, Antonio Maura, Azaña y Adolfo Suárez. Es la patria de quienes quieren abandonarla, pero nunca se van.