Editorial: Camino por el comienzo del folio en blanco con los primeros rayos del día 21 de abril de 2021. Tantas cosas que contar. Estoy feliz, durante la noche ha llovido como quieren los agricultores y ganaderos, poco a poco, sin pausa, pero entrando en las entrañas de la roca madre. Esa agua que se queda escondida en previsión de sequías. Sabia la naturaleza, aunque quieran volverla tarumba. Me llega el primer vídeo de la mañana, por ese móvil inquieto en épocas de hiel y miel. La presidenta sigue erre que erre, mientras en Madrid no contaminan los bares y restaurantes, aquí parecemos apestados.

Conozco muchos residentes del municipio que no han recibido ninguna ayuda, ni las prometidas por el Govern y Consell, ni las preparadas por otras administraciones supramunicipales. Manacor por ejemplo mandó 350.000 € a la Fundación Mallorca Turismo para su distribución. Las del Estado y su Delegación del Gobierno ni se les espera. Terminará el Estado de Alarma y seguirán cerrando sin indemnizaciones, este país de pandereta no hay quién lo entienda. Sánchez se centra ahora en la campaña electoral de Madrid, donde perderá por goleada. También jugó a ser Dios en Barcelona y el Gobierno lo deciden un loco que quiere montar un ejecutivo a muchos kilómetros y un preso que hasta hace pocos días era socio del PSOE, ver para creer.

Dicen las televisiones, menos las de Cataluña, que Jordi Pujol y su familia serán sentados en el banquillo. Les han quitado la bandera con la que se tapaban y los llevan a Madrid para leerles la cartilla. Se llevan el árbol, las ramas, las raíces y el huerto entero. Son miles de millones los que han robado dicen los investigadores. Habían convertido Cataluña en su finca particular, mientras PP y PSOE miraban a otro lado. Deberían juzgar al pequeño presidente y a los otros que lo permitieron. Dice el anciano catalán que lo suyo ha caducado, que ya nadie se acuerda cuando él hacía caja en las entrañas de la sede del Govern Catalán. Se lo llevan por delante, pero que le quiten lo bailado. Su señora dice que está majareta y no puede ir a la cárcel.

Mientras ocurre todo esto en la piel de toro y Ayuso será convertida en personaje celestial, los Chinos que mandan, junto a los americanos malvados, y los dueños de fondos sin corazón, están diseñando talleres de repuestos humanos para suministrar a quienes lo necesiten y puedan pagarlos. Que habrá en esos laboratorios chinos que ni las autoridades los visitan. Primero jugaban a ser dioses con animales de poca monta y ahora se atreven con monos y todo lo que se parezca al hombre y la mujer. Se pasan por el forro el ADN y las leyes de la genética.

El estado absolutista no responde a la ética del resto del planeta, ellos se lo guisan y se lo comen. Cuando no tenían inventos para recambio lo hacían con seres humanos. Los castigaban a morir con cualquier excusa y todos sus órganos eran aprovechados. Cuidado con esa gente, son los mismos del Corona de 4 cabezas y todas sus maniobras para seguir protagonizando la miseria y muerte del resto del globo. Ya manejan a su antojo la mayoría del producto exterior bruto con un porcentaje próximo al 22%, lo que nunca ha conseguido América. Están diversificando tanta pasta, la meten por todos los centros de producción.

Aterrizo para no perder el norte. No parece un día de primavera mallorquina, pero ahí tenemos todas nuestras maravillas para ser visitadas. El Hipódromo de Manacor sigue vacunando incansable porque preocupa la temporada turística. Sin vacunas no hay paraíso. Hay quienes tienen puestas las dos inyecciones y algunos que le toca las esperan como agua de mayo. Evitar el Hospital y la UCI es el objetivo. Sin contagios habrá aviones.

Los jóvenes Sureda son los reyes del Ajedrez en el Llevant, los trabajadores de Majórica vuelven por sus fueros, los amigos de lo ajeno aprovechan el Toque de Queda y la ausencia de Policía para limpiarnos, ayer hicieron su agosto en tres sitios diferentes. Dice el Perlas y Cuevas que el 25% de la población es extranjera y otras fuentes lo elevan al 27,9%. Muchas lenguas diferentes para una ciudad que no se ha quitado el polvo de pueblo.