Editorial: Enamorado de la vida, abrazando momentos sin pausa, disfrutando de quienes son merecedores de atención. Así termino el 2021, y con las ilusiones intactas me quiero sumergir en el 2022. Dice Bill Gates, que de eso sabe mucho, que el COVID.19 será historia dentro de unos meses y que se diluirá a la mínima expresión de un catarro bien curado. Afrontar la recta final con inteligencia y protocolos científicos hará que sea menos dura la distancia entre la sexta ola y la curación. Ahora hay un espejismo de publicidad pagada y gubernamental para seguir uniformando ideas. Pero nosotros somos animales antes que pensadores, y sabemos cierto que vivimos ejecutivos de demencia y pacotilla, unos okupas que nunca debían haber sentado sus posaderas en el mayor de los hemiciclos de la sabiduría.

Mientras diseño la nueva editorial me llega una nota de prensa de la Policía Nacional, han desarticulado un grupo criminal dedicado a la compra-venta de vehículos de segunda mano en Baleares. Los detenidos compraban coches de segunda mano para luego venderlos con múltiples artimañas para sacar más beneficios de los que realmente eran. A inicios de semana, agentes de la Policía, han desarticulado un grupo criminal, siendo detenidos la dueña del concesionario, y sus dos empleados, todos ellos de mediana edad. Tras una investigación realizada por parte de los efectivos del Grupo de Delincuencia económica y delitos tecnológicos de la Policía Nacional, el cual ha ido recibiendo una media de tres denuncias diarias durante varias semanas a raíz de una estafa producida por un conocido concesionario de vehículos, de compra-venta de coches de segunda mano, sito en Palma, llegando a producirse más de 30 denuncias y cuya cuantía total defraudada asciende a 75.900 euros.

Es una noticia más de la inseguridad que vivimos y padecemos. En Manacor por ejemplo y con actividad en toda la comarca del Llevant y Felanitx, hay varios delincuentes que roban bicicletas, las desmontan y las venden por piezas fuera de la isla. Me contaron hace un par de semanas que había un ático en la capital del Llevant propiedad de una entidad financiera y como vecino y a la misma altura un piso solo con estructura exterior. Los okupas han unido ambos y se lo realquilan a tres prostitutas que ejercen la profesión más antigua. Ellas son terceras afectadas y pagan religiosamente todos los recibos. Una salvedad importante, lo hacen a personas que no son propietarias de los inmuebles. Ahora me entero que es una componenda, que el okupa está relacionada con el club de alterne improvisado. Que fatalidad, la jueza quiere seguridad jurídica y mientras pasan los meses. Eso ocurre y nadie lo evita. Hay incluso supuestamente menores que prestan servicios.

Pasa esto y muchísimo más. Lo tengo claro. Pero sale el sol de madrugada, nos acaricia y anuncia varias horas de luz maravillosa y sales a la calle como si fuese después del encierro de la pandemia. El mundo es maravilloso, incluso obligados a vivir con egoístas y desalmados que nunca han creído en el interés general, la convivencia, ciudadanía, educación, respeto, valores. Nuestras leyes, la que nos hemos dado todos y todas deben hacer cumplir los mínimos establecidos. La noche del 31 de diciembre a la hora punta desearemos lo mejor para todo el mundo y para nosotros, habrá promesas e ilusiones, incipientes decisiones e incluso punto y aparte. Unos minutos para la reflexión y en busca del camino más adecuado. Serán muchos los/as que pidan quedarse como están y tocar madera. Lo que hacen otros no debe amargar nuestra existencia, no está en nuestras manos cambiar el mundo de golpe. Además viajando se curan muchas enfermedades de quienes se han quedado obsoletos y en punto muerto. Rafael Gabaldón San Miguel.