TENIS. Rafa Nadal pasa con nota el primer test sobre la hierba de Hurlingham. El balear, que no jugaba un partido desde la final de Roland Garros, derrota a Wawrinka en dos rápidos sets y sin oposición. Rafael Nadal, que el pasado 5 de junio conquistó por decimocuarta vez el título de Roland Gartos, volvía hoy, 17 días después, a disputar un partido aunque no fuera de competición oficial.

En la prestigiosa exhibición de Hurlingham, que sirve como antesala de Wimbledon, el campeón de 22 grandes ha demostrado que va de menos a más en su adaptación a la hierba, superficie que no había pisado en las últimas dos temporadas. Después de entrenar la semana pasada en Mallorca y desde el lunes en el Aorangi Park de Wimbledon, Nadal ha dado buena cuenta de Stan Wawrinka por 6-2 y 6-3, en 61 minutos.

El suizo, el 265 del ranking ATP, está muy lejos de ser rival del español en cualquier tipo de cancha. Hasta tres veces le rompió el servicio Rafa en el primer set. Wawrinka reaccionó tímidamente con un 'break' en el séptimo juego, que sólo maquilló el resultado en la manga inicial y que finalizó con una tercera rotura para el vencedor.

De poco le sirvió a Stan tener un mayor rodaje sobre el tapete verde, no en vano venía de disputar el Open 500 de Queen's donde cedió en octavos con Tommy Paul. A sus 37 años, deambula por el circuito sin objetivos, todo lo contrario que su verdugo, que sueña con completar el 'Grand Slam' en una misma campaña.

Sólo Rod Laver lo consiguió en la Era Open, en 1969. Novak Djokovic se quedó con la miel en los labios en 2021. Tras imponerse en el Open de Australia, Roland Garros y Wimbledon se desplomó a falta de un único partido, en la final del US Open frente a Daniil Medvedev. Lejos queda 2009, cuando Nadal perdió en Hurlingham con Wawrinka y después anunció su renuncia a Wimbledon por una tendinitis crónica en ambas rodillas.

Ahora su problema se localiza en el pie izquierdo, pero el tratamiento de radiofrecuencia pulsada, al que se sometió en Barcelona dos días después de coronarse en el Abierto galo, está dando resultados. "Ya no voy cojo", decía el pasado viernes cuando anunció su voluntad de acudir al tercer grande del calendario. En las circunstancias actuales, Rafa, más que probarse, se está rodando en un hábitat poco concurrido para él a lo largo de su trayectoria.

El helvético se rindió tras el cuarto 'break' en contra en el cuarto juego del segundo set. Habría un quinto. Lo único parecido entre los dos competidores es que ambos vestían de blanco. Nadal no tuvo ni la necesidad de subir a la volea, algo que se antoja fundamental para ganar partidos importantes en el césped. Aliassime, el viernes. La siguiente prueba de Nadal será este viernes, esta vez con un adversario de mayor entidad como Felix Auger-Aliassime, que le llevó hasta el quinto set en los recientes octavos de Roland Garros. Información de Joan Solsona del diario deportivo MARCA y edita la Agencia Manacor Noticias.