El Tendedero: Las redes sociales cambiarán por completo la campaña electoral de mayo de 2023, en su legalidad y versión autonómica, insular y municipal. Ejércitos enteros de simpatizantes, militantes, candidatos/as, familiares, colocados/as, asesores/as, amigos/as, seguidores, desplegarán su energía para que prevalezca la ideología que defienden. A nivel municipal incluso se personalizará la batalla, todo con la intención de eliminar al contrario, que desfallezca, pierda la ilusión. El poder establecido no quiere competencia, la idiosincrasia política ha repartido los escaños, sillas, bancadas entre los históricos y que nadie se atreva a meter las narices en los hemiciclos locales. Así de crudo, una manera de pervertir la democracia, salir desde la parrilla de votaciones dopado a tope. El papel ha perdido su protagonismo, ahora en la TV, Radio e Internet se juegan las elecciones. Nuevos tiempos que no pueden perder se cerca la encarnizada lucha a muerte, muchísimos/as se juegan su nómina, su futuro. Todo profesionalizado, pesebre.

Sigo de cerca lo que se mueve en las redes sociales a nivel político y los ejércitos de personas, y voy viendo la presencia de quienes quieren dejar constancia de su existencia. Las inclinaciones políticas, aplausos, tirones de orejas, réplicas y contrarréplicas, ofensivas, insultos, malos tratos, desprecios. Todo está orquestado. No me extraña que un recién llegado a la plaza como Esteban Sureda de Nuevo Orden Nacional de Manacor, cuelgue vídeos dando su opinión sobre el Tren, Matadero, Baches, Piscina, etc y le llueva una manta de críticas sin cuartel, a mansalva. Como si hubiese cometido un delito. El último que emitió el bueno de Esteban Sureda trataba si era adecuado pintar las fachadas de los Institutos de todos, para mensajes que están en debate en la agenda ideológica. De golpe y porrazo el vídeo provocó una contestación agresiva sobre su persona que nada tiene que ver con si es adecuado pintar en el IES Porto Cristo, y si ha contado con los protagonistas, alumnos/as, APIMAS, profesorado, Junta de Portavoces, entidades y colectivos sociales. Un abuso contra su persona que no debe tolerarse por el bien de la Democracia. Imponer no es constitucional, más bien huele a regímenes que todos y todas queremos olvidar y que denuncian las ONGS que se juegan la vida con los derechos humanos de toda índole. Los pueblos están llenos de pequeños caciques, dictadores, censores.

Las redes sociales, Internet, el mundo On Line, la comunicación, información, la controlan los poderosos. De hecho se están haciendo leyes para borrar de la red a todo aquel o aquella que sea incómodo, no solo borran lo publicado, cuando no interesa, te dan de baja y en ocasiones te sancionan. Las plataformas tienen su censura como nunca se había visto, amenazante, una Ley Mordaza sin parangón. Los que debían protegernos se han convertido en los verdugos. Quienes se llenaron la boca de libertad por encima de todos y todas, ahora abren las cárceles y encierran a todos y todas los que no piensan como ellos y ellas, ni en los peores sueños. Quieren expoliarnos y confiscarnos las ideas, la opinión, nuestros ahorros, la propiedad privada, la vida. Que se han creído, basta ya, así no se puede seguir, es hora de salir a la calle y poner todo patas arriba. No puedes comer incluso trabajando y si te quejas te dan con el palo, te acusan de mal ciudadano, como si ellos fuesen los dueños de los salvoconductos. A la porra con los tiranos. Si uno trabaja infatigablemente debe ser respetado, no se puede permitir que los ladrones, aprovechados, delincuentes sean quienes dicten las Leyes, los protocolos, lo bueno y lo malo. Es indecente lo que está ocurriendo, delictivo, donde está la separación de poderes, porque los mentirosos y ladrones quieren perpetuar la falacia en nuestras vidas. Rafael Gabaldón San Miguel.